ommodore fue la compañía responsable de máquinas tan populares como el C64 y el Amiga. Durante un tiempo, a mediados de la década de 1980, era un auténtico líder mundial. Su ordenador de 8 bits (el C64) era el más vendido en el mundo, y una magnífica máquina de juegos. El recién nacido Amiga tenía unas cualidades asombrosas y el futuro parecía prometedor. Sin embargo, apenas comenzada la década de 1990, Commodore desapareció. ¿Qué ocurrió? Lean, lean...

ack Tramiel, ex-combatiente de la Segunda Guerra Mundial (que, además, estuvo 6 años preso en un campo de concentración) y que, circunstancialmente, había nacido en Polonia, funda una empresa en el barrio neoyorquino del Bronx. Aunque se dedicaban a reparar máquinas de escribir, pronto Tramiel comenzó a fijarse en nuevos inventos sorprendentes: las sumadoras electrónicas (calculadoras primitivas).

a empresa se muda a Ontario (Canadá).

ramiel lleva unos años dedicado a la fabricación de material de oficina de bajo coste. Sin embargo, en 1976, la empresa está a punto de quebrar, por lo que su fundador decide pedir un préstamo de 3 millones de dólares. Con esa fortuna, compra una compañía de electrónica estadounidense llamada MOS Technologies. La empresa de Tramiel pasa a ser conocida como Commodore International, y ubica su sede principal en Las Bahamas (por los bajos impuestos de aquel lugar), y el cuartel general en Costa Mesa (California).

l lema de Tramiel es "computers for the masses, not for the classes" (ordenadores para las masas, no para las clases sociales). Bajo este estandarte, ve la luz la primera computadora personal fabricada por su compañía: el PET (Personal Electronic Translator), diseñado por Chuck Peddle, quien, además, era la mente detrás de la arquitectura de los micros 6800 y 6502, fabricados por Motorola y MOS Technologies respectivamente. Entró en el mercado estadounidense al mismo tiempo que el TSR 80 de Tandy y el Apple II. Su precio de salida era 795 dólares. El PET incorporaba un monitor, un lector de cintas y un intérprete de BASIC, y tuvo bastante éxito.

ommodore International lanza una de sus máquinas más populares: el VIC-20. Fue una de las primeras computadoras personales capaces de trabajar con colores (concretamente, con 8). Era poco más que una placa madre en la que se integraban la CPU y 5 Kbytes de RAM, envuelta en una carcasa de plástico con teclado incorporado. Se vendía por 300 dólares. Llegaron a producirse alrededor de 9.000 unidades al día.

A título personal: este fue el primer ordenador que tuve. :-)

e lanza el buque insignia de la compañía: el Commodore 64, que se convirtió en el ordenador personal más vendido de la historia y catapultó a Commodore International al éxito financiero y al liderazgo de la informática doméstica. Llegó a tener el 32% del mercado.

El C64 incorporaba 64 Kbytes de RAM y un microprocesador 6510 de MOS Technologies; su precio de salida fue de 595 dólares, aunque no tardó en bajar a los 149. En 1985, el C64 ofrecía prestaciones en gráficos y sonido iguales o superiores a las de máquinas cinco veces más caras. De hecho, como decían algunos de los diseñadores de la máquina, con orgullo evidente, cuando presentaron el C64, los diseñadores de Apple se quedaron boquiabiertos y les preguntaron: "¿Cómo podéis haber hecho eso por sólo 595 dólares?".

Sus diseñadores presumían de haber dotado al ordenador del primer sintetizador de sonido fabricado para un ordenador personal: el chip SID (Sound Interface Device), creado por Bob Yannes. Era una auténtica maravilla para la época. De hecho, hizo estragos en la competencia. Atari dejó de ingresar alrededor de 1.000 millones de dólares por culpa del C64.

ack Tramiel dimite de la presidencia de Commodore International y vende sus acciones. Esto deja en la empresa un vacío de poder que nunca podrá llenarse adecuadamente. Paradojicamente, Tramiel entra a formar parte de la directiva de una de las más directas competidoras de su antigua compañía: Atari.

ommodore sigue innovando y lanza el primer ordenador multimedia: el Amiga 1000. Fue presentado en el Lincoln Center de Nueva York, con abundante presencia de la prensa especializada. La máquina tenía un micro de 16 bits diseñado por Motorola: el 68000. Además, tenía 256 Kbytes de RAM, síntesis de voz, 4 canales estéreo, resolución máxima de 640x480 puntos, una paleta de 4.096 colores, aceleración 2D por hardware... y un precio que quitaba el hipo: 1.200 dólares.

Era, con diferencia, el sistema personal más avanzado de la época. Incluía un sistema operativo gráfico (llamado Workbench) basado en un entorno de ventanas. Por aquel entonces, los PCs funcionaban con MsDOS (una especie de refrito del sistema CP/M que usaban las máquinas basadas en el micro Z80), y el Windows estaba a años de distancia.

Uno podía abrir una ventana de un programa de síntesis de sonido, elegir un timbre de voz, escribir un texto, y escuchar al Amiga leerlo con un fuerte acento norteamericano. Copiar un archivo era tan fácil como arrastrar su icono de la ventana fuente a la ventana destino. ¿Les suena eso a algo?

A pesar de sus prestaciones, el Amiga fue desaprovechado... se le tomó por una máquina de juegos.

entamente, comienza el declive de la compañía. El mercado de la informática personal empieza a seguir derroteros por los que Commodore no quiere caminar al principio. Los ordenadores compatibles se van imponiendo poco a poco. Surgen nuevos gigantes en ese sector, como IBM y Microsoft. Commodore se encuentra perdida en lo que a marketing se refiere. Muchos de sus productos (algunos verdaderamente buenos), tienen poca publicidad. Además, el éxito de la empresa se basaba en el C64, pero no se continuó en esa línea. Tal vez, Commodore debería haberse convertido en una empresa dedicada a la fabricación de hardware de entretenimiento electrónico, como algún tipo de híbrido entre ordenador y consola de videojuegos de gran potencia... pero en lugar de eso, comenzó a dar bandazos, sin asirse a ninguna línea de acción concreta.

La empresa siguió lanzando versiones del Amiga (cada vez mejores), e incluso llegó a comercializar un ordenador PC. Entre los últimos esfuerzos de la compañía se encontraba el CDTV (Commodore Dynamic Television, de 1992), que ejecutaba programas almacenados en CD (como comparación: por aquel entonces, los pocos PCs que en el mundo habían, aún usaban disketeras de 5 pulgadas y 1/4) y los visualizaba en un televisor. Más aún: el sucesor del CDTV, el llamado CD32 (de 32 bits), era capaz de reproducir películas y CDs de audio. Pero ya era tarde...

a cuota de mercado de Commodore ha caído hasta el 1'7%. De líder mundial ha pasado a empresa minoritaria de cuarta fila. Se despide a la mitad de la plantilla y, en la inmensa nave industrial de West Chester, sólo trabajan 20 empleados (cuando, en 1991, había 1.500).

n el mes de Mayo, Commodore cierra sus puertas definitivamente.