¡CUATRO meses sin actualizar! Y caminito vamos de
cumplir los cinco. ¡Horror!
Este es el ya clásico mensaje llorón de súplica
y ruego. Ya sabéis: perdonadme, nene bueno, nene no quería
dejar de mantener su página, pero hete aquí que, cuando
vino a darse cuenta, la tenía más bien abandonada.
Del todo.
Como ya me han dado alguna que otra collejilla (y con razón),
he decidido escribir el siguiente disclaimer, que diría un
inglesito: (bueno... un inglesito diría "disclueima".
Están locos, estos inglesitos...).
- No me he cansado de mi página. Es más: llevo tiempo
pasando por una etapa de "Recuperación de la Memoria
Histórica" de lo más intensa, que no me deja
conformarme sólo con hozar entre discos polvorientos, cintas
ancestrales y ordenadores primigenios, sino que me mueve a la restauración
de otros menesteres de mi postadolescencia, igualmente reconfortantes.
En cualquier caso, lo que nos importa aquí, es que sigo igual
de encantado con esta afición tan simpática y terapeutica
a los 8 bits, en general, y al C64 en particular.
- Cada vez tengo menos tiempo libre y descansado (ojo, que han de
darse los dos condicionantes). Así, se me van acumulando
las cosas que quiero hacer y, claro, cuando llega el sacro oasis
del fin de semana se atropellan y cocean, frenéticas, tratando
de salir todas a la vez, de modo que, al final... no sale ninguna.
Los genios somos así. O peores. Creedme.
- Poco a poco, miguita a miguita, moleculita a moleculita, atomito
a atomito, protoncito a protoncito, muoncito a muoncito, neutrinocito
a neutrinocito, quarkcito a quarkcito, particulita subatómica
de existencia sólo inferida, de momento, por las más
excelsas mentes de los físicos menos apegados a la cotidianeidad
a... a... bueno, basta... Poco a poco (mejor así), estoy
preparando (y va en serio) (que sí, coñe, que no os
riais), la próxima actualización que, entre otras
chucherías, contará con el mapa de un juego verdaderamente
entretenido. Lo estoy pergeñando a fuerza de pegar capturas
de pantalla. Ya sabéis; como hice con el del Phantomas 2.
Y, claro, la cosa exige su mínimo de dedicación diaria.
(Y muy minimísima esta siendo, en este caso...).
Cuando lo haya terminado y haya reescrito el comentario del título
en cuestión, y dado que hace ya tiempo que acabé de
preparar los (pequeños) cambios en el formato de las fichas,
podréis contar con una nueva actualización.
¿Cuándo? Como diría el grandísimo George
Broussard, ínclito e inefable personaje de tan alto copete
y extraordinaria alcurnia que, parésceme a mí, no
se conoce ni a sí mismo cuando se mira en el espejo por las
mañanas, todo despeinado y ojeroso: "When it's done".
Sabio ripio, mister Broussard, sabio ripio. A todo esto ¿seguro
que es así como se escribe su apellido?
- A mí no me preguntes. No sé ni quién soy.
No me conozco. Nadie me ha presentado. ¿Y a vos?
- A mí me sobra con cargar con mis neuras. Gracias, monsieur
Le Brasserie. ¿Le acompaño a la salida?
- No será necesario. Ya me acompaña la salida a mí.
¡Macimuslamen, más que macimuslamen!
- Buenas noches, herr Bratwurst.
- Buenas tardes.
|