Las de Amstrad (utilizando el modo de cuatro colores) y MSX (igualita, pero con las baldosas pintándose de rojo en vez de amarillo) son conversiones directas de la original de Spectrum, por lo que otorgamos el honorífico primer puesto a esta última versión.

Por otro lado, por fin ha visto la luz el remake de Ignacio P. Gil, con gráficos RMortis. El juego cuenta con la opción de jugar con la dificultad original, o bien hacerlo con una versión fácil del mismo. Podemos aseguraros que ha sido un gran acierto, porque uno de los pecados del original era su endiablada dificultad.

Aparte de eso, otro punto que sin duda generará polémica es el referido al apartado visual. El grafista se ha apartado de los cánones tradicionales para crear unos gráficos estilo dibujo animado. Tengo que reconocer que en un primer momento me pareció un gran error, pero ahora, aunque sigo prefiriendo los tradicionales, es justo decir que mi gusto se ha adaptado un poco y puedo convivir sin problemas con ellos. De hecho (y esto lo digo por lo bajín), incluso me gustan.