Otro de esos juegos prácticamente desconocidos para el gran público, que tuvo dualidad de nombres y de distribuidores... Es curioso observar como éste era un hecho frecuente en la "época pre-Erbe" (y con este nombre me refiero a aquellos años en los que la compañía madrileña no había extendido su dominio con las carátulas de lomo rosa y sus reducidos precios).

Nada que añadir a lo comentado por Punisher en el apartado técnico; si acaso, recalcar la dificultad del juego, algo muy habitual en los juegos españoles como bien sabéis, pero que no siempre se dijo con justicia (sobre todo en el Reino Unido).