Otro de esos juegos amateur que parecían profesionales distribuidos por Microhobby en las cintas que acompañaban a la revista.

En este caso se trata de una vuelta de tuerca bastante extrema del clásico 'Pac-Man', en el que recorreremos un laberinto 3D en busca de nuestra comida favorita.

Los enemigos son algo difíciles de ver, porque apenas son representados por una ráfaga luminosa, y los escenarios -era complicado que fuese de otra forma- son muy repetitivos.

En el lado positivo, la gran velocidad a la que se mueve todo; por momentos, no parece que estuviésemos ante un Spectrum 48K.